lunes, 4 de noviembre de 2013

Critica al "Capitalismo de Ficcion" de Verdu

¿Qué puede decirse del ensayo de Verdu que no haya dicho ya el mismo acerca de la globalización americanizada? ¿Qué mas queda por criticar de McDonald's o Starbucks que no se haya dicho ya? Mas aun ¿Cómo criticar una globalización de la que somos parte lo queramos o no? ¿Con que cara podemos criticar la americanización si gustosamente consumimos sus deportes, libros, películas y todo lo que nos lancen a nosotros? ¿Tan siquiera es posible hacer critica?

La respuesta yo creo que es si, siempre y cuando paguemos el precio de aceptar nuestra hipocresía (por mas pequeña que sea).  Tenemos la posibilidad de reducir nuestra contradicción si comenzamos a racionalizar que tan “globalizados” como individuos podemos considerarnos, pero eso seria tan solo un paliativo, y es exactamente lo que voy a hacer.

Personalmente, no me gusta el café, mucho menos el de Starbucks, jamás como en McDonald’s, Burger King o sus derivados y casi no tengo ropa de marca. Sin embargo, estoy dispuesto a darles $120 de mi dinero a George Clooney y Sandra Bullock por ver Gravedad en IMAX, me gusta ver deportes, me gusta ver la televisión, me gusta Indiana Jones.

Mi punto es que me considero poco americanizado, sin embargo considero que es prácticamente imposible que alguien en este planeta se encuentre totalmente “des-americanizado”. Aun así, las criticas a la globalización que Estados Unidos ejerce sobre el resto del mundo continúan siendo escritas, grabadas y sobre todo, escuchadas. Si Michael Moore puede criticar a su propio país mientras se refugia en la seguridad que este le proporciona, nosotros seguramente nos podemos sentir a gusto con nuestra supuesta hipocresía.

Desafortunadamente, este no es el único problema de ejercer critica en tiempos posmodernos. El capitalismo no seria tan poderoso si no fuera tan resistente y adaptable a sus detractores. Es precisamente la genialidad de permitir la critica y la inconformidad mientras aun se puede disfrutar de sus comodidades lo que hace al capitalismo tan atrayente y poderoso. La flexibilidad de adoptar diferentes imágenes cambiar conforme la moda, convertir prácticamente lo que sea en una moda, mientras sigue siendo una fuerza de homogenización, es una de las armas mas útiles de los modos de producción y consumo capitalista. El café de Starbucks ya no es una comodidad, sino un articulo de moda, un ritual que engloba mas que la bebida, involucra una imagen de romántico posmoderno, de intelectual social que esta por encima y un paso adelante del resto, anunciando a través de Facebook que “odia las grandes corporaciones, vivan los oprimidos” utilizando un iPad mientras disfruta un café con leche de soya, porque es cruel molestar a las vacas.


Esto no significa que todas criticas caigan dentro de esta categoría, ni que el capitalismo sea un tótem indestructible. Recordemos que si el capitalismo existe, es porque nosotros así lo deseamos; le reclamamos entretenimiento, comida y refugio. Nosotros somos el capitalismo, y como tal, es susceptible a nuestros cambios de humor. Morgan Spurlock nos convenció que McDonald’s es veneno, y seis semanas después anunciaron que eliminarían la opción Super size y añadirían ensaladas al menú. Michael Moore gana un Oscar a mejor documental por Bowling for Columbine, gracias a la opinión publica y a pesar de las terribles criticas. Nosotros moldeamos al capitalismo de acuerdo a como lo sintamos mas cómodo, sin renunciar a nuestro poder de criticarlo y al mismo tiempo, sin sentirnos tan culpables de hacerlo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario